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lunes, 3 de agosto de 2015

Controla tu cerebro emocional

En esta entrada realizaré un resumen de los aspectos expuestos en la entrada: Por qué es tan importante controlar nuestro propio comportamiento en clase


¿Que estrategias podemos utilizar para enseñar a nuestros alumnos a controlar su emociones y permitirles acceder a su cerebro racional?


Sé un ejemplo de control emocional

Muestra a tus alumnos como calmas tus instintos más emocionales. Enséñale de forma explícita cuales son tus estrategias: contar hasta diez pausadamente, controlar la respiración, dar un paso atrás, alejarte o repetirte un mantra. Escríbelas en la pizarra o en murales que estén por la clase a la vista de todos.

Explica tus frustraciones de forma asertiva

"He preferido irme del grupo, porque empezaba a ponerme nervioso", "Prefiero darme algo de tiempo para pensar calmadamente qué es lo que quiero decirte".

Examina algunas de tus prácticas rutinarias

Al acabar de explicar , en lugar de preguntar quien no lo ha entendido, utiliza fórmulas del tipo:"Por favor, haced preguntas por si hay algo que no he explicado correctamente". Esto hace más fácil a los alumnos aclarar sus dudas sin parecer que son "el tonto de la clase que no se entera de nada".

Pregúntate si en clase, tus alumnos tienen alguna zona dónde tus alumnos puedan ver las estrategias que hemos enseñado.

Otras estrategias que podemos usar para controlar nuestras emociones y dar ejemplo a nuestros alumnos

  1. Verbaliza el comportamiento que quieres ver en clase. No des por hecho que algún profesor anterior explicó a tus alumnos como comportarse en clase. Díselo en clase, escríbelo en murales que tus alumnos puedan ver en las paredes. No hagas que tus alumnos adivinen cual es el comportamiento que esperas de ellos.
  2. Ejercita tu empatía frecuentemente y de forma enérgica. Recuerda que era lo que apreciabas como estudiante de tus profesores. Si necesitas hablar con algún alumno sobre su conducta, recuerda que estás dirigiéndote a niños, no a adultos.
  3. Encuentra un espacio privado para hablar con tus alumnos, especialmente cuanto te sientas especialmente "atacado". Cuando tengas que hablar con ellos, hazlo de forma privada y asegúrate de estar a su nivel visual o a ser posible por debajo de ellos.
  4. Crea tu propio ritual para salir de una conversación en la que tus emociones hayan quedado expuestas.
  5. Cuando tengas que intervenir, céntrate en atacar el comportamiento, no la personalidad del alumno.

¿Qué debemos hacer en el caso de que perdamos los nervios en clase?

  1. Explica a tus alumnos que causó tu reacción.
  2. Discúlpate ante tus alumnos. Muéstrate sincero y abierto ante tus estudiantes. Estás, ante todo, siendo el ejemplo a seguir.
  3. Explícales que has aprendido de esta situación. y cómo vas a reconducir esta situación para que no se repita.

Estate atento a....

  1. La tendencia a prejuzgar algunos de tus alumnos en base a su madurez emocional y sus reacciones. Recuerda que la amígdala no madura hasta la edad de 25 años.
  2. Dar por hecho que tus alumnos empatizarán con tus reacciones más emocionales. Explícales tus conflictos interiores y como los resolverás.
  3. Etiquetar. Todos tenemos esa vocecita interior que nos dice continuamente cosas inútiles sobre un grupo de alumnos o sobre algunos alumnos en particular, de manera que inconscientemente aprovechamos el mínimo conflicto para dar rienda suelta a nuestra frustración y a nuestro temperamento. No te ayudará en tu día a día.

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